Lección 13

1ª y 2ª DE REYES Y 2ª DE CRÓNICAS (Parte 1)

 

By: Rolan | Diciembre, 2010 Os Cristitos Rekord's ® | Reservados los derechos Condiciones de uso

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Introducción a Reyes

 

Autor

 

Como 1ª y 2ª de Reyes formaban originalmente parte de un solo libro, esta obra debe haber sido compilada algún tiempo después de la captura de Judá por los babilonios, en el año 586 a.C. (2R. 25). Al parecer el libro es fruto de un solo autor quien presenció la caída de Jerusalén. Aunque no se sabe a ciencia cierta quién lo escribió, se han ofrecido varias sugerencias. Algunos han mencionado a Esdras como su compilador, mientras otros señalan a Isaías como editor. Compárese 2ª de Reyes 18:19, 20 con Isaías 36–39.

Cierto número de especialistas dice que el autor de 1ª y 2ª de Reyes era un profeta desconocido o un judío cautivo en Babilonia alrededor del año 550 a.C. Como Josefo (un prominente historiador judío del siglo I d.C.) atribuye Reyes a “los profetas”, muchos han abandonado la búsqueda de un autor específico. Sin embargo, lo más probable es que el profeta Jeremías fuera el autor de 1ª y 2ª de Reyes. El Talmud lo afirma. Este famoso profeta predicó en Jerusalén antes y después de la caída de la ciudad, y 2ª de Reyes 24 y 25 aparecen en Jeremías 39–42; 52. Jeremías pudo haber redactado todo el texto, menos el contenido del último apéndice (2R. 25:27–30), que probablemente fue añadido por uno de sus discípulos.

 

Fecha

 

Aunque la fecha precisa en que se escribieron 1ª y 2ª de Reyes es incierta, se cree que su compilación concluyó a fines del siglo VI a.C. El último acontecimiento recogido en 2ª Reyes es la liberación del rey Joaquín de Judá de su prisión en Babilonia. Como Joaquín fue hecho prisionero en el año 597 a.C. (2R. 24:8–17) y liberado treinta y siete años después (2R. 25:27), entonces Reyes debe haber sido escrito antes del 538 a.C. De ahí que la fecha de composición de 1ª y 2ª de Reyes haya sido fijada entre los años 560 y 538 a.C., aunque los acontecimientos narrados en 1ª de Reyes tuvieron lugar unos trescientos años antes.

 

Trasfondo

 

Los acontecimientos registrados en 1ª de Reyes abarcan un período de aproximadamente ciento veinte años. El primer libro de los Reyes narra las turbulentas experiencias del pueblo de Dios desde la muerte de David, más o menos del 971 a.C., hasta Josafat (el cuarto rey del reino de Judá) y Ocozías (el noveno monarca del norteño reino de Israel), alrededor del 853 a.C. Esta fue una etapa complicada en la historia del pueblo de Dios, un tiempo de grandes cambios y sublevaciones: hubo luchas en el interior y presiones desde el exterior; el resultado fue que el reino, antes estable y regido por un líder enérgico, se dividió en dos.

Los hechos relatados en 2ª de Reyes abarcan cerca de trescientos años. En este libro se narran las turbulentas experiencias del pueblo de Dios desde el reinado de Ocozías (noveno monarca de Israel), alrededor del 853 a.C., pasando por la caída de Israel ante Asiria en el 722 a.C., la caída de Jerusalén y la deportación de los judíos a Babilonia en el 586 a.C. y finalizando con la liberación del rey Joaquín del cautiverio babilonio en el 560 a.C.

 

Ocasión y propósito

 

Al contemplar la horrible situación del exiliado pueblo de Dios, el autor compila 1ª y 2ª de Reyes para responder a la incómoda pregunta de por qué tanto el reino de Israel, en el norte, como el reino de Judá, en el sur, habían caído en cautiverio. Redacta un mensaje profético, mostrando que este castigo de haber sido sometido por extranjeros paganos era el resultado de apartarse de Dios. Este libro fue escrito para que los exiliados reflexionaran sobre su propia historia y retornaran a Dios.

 

Contenido

 

Reyes es algo así como una especie de continuación de 1ª y 2ª de Samuel. Los editores del Antiguo Testamento en griego (la Septuaginta o LXX) dividieron la obra en 3ª y 4ª de Reinos (1ª y 2ª de Samuel eran 1ª y 2ª de Reinos). El título Reyes, deriva de la traducción de Jerónimo (la Vulgata) y es el que más se adapta al tema de los libros que tratan principalmente sobre los reyes que gobernaron a Israel y a judá.

Estos libros retoman los acontecimientos históricos donde 1ª y 2ª Samuel los dejaron. Sin embargo, Reyes es algo más que una mera compilación de los acontecimientos políticos más importantes que ocurrieron en Israel y Judá. De hecho, no puede considerarse una historia tan detallada como era de esperarse (cuatrocientos años contenidos en sólo cuarenta y siete capítulos). En lugar de ello, el autor selecciona y destaca los personajes y acontecimientos que poseen significación moral y religiosa. El primer y segundo libros de Reyes presentan a Dios como el Señor de la historia.

 

La obra conjunta de 1ª y 2ª de Reyes se divide naturalmente en tres partes:

 

1.       El reino unificado bajo Salomón en 1ª de Reyes 1–11.

2.       el reino dividido en 1ª de Reyes 12-2ª de Reyes 17.

3.       El reino de Judá en 2ª de Reyes 18–25,

 

La primera mitad de 1ª de Reyes narra la gloria del reino de Salomón, su riqueza, su sabiduría y la maravillosa construcción del edificio del templo. Sin embargo, su desobediencia al casarse con mujeres extranjeras le llevó a la idolatría; y ello creó el escenario para la división del reino. Un rey con el corazón dividido dejaría tras sí un reino dividido. A su muerte, los de la parte septentrional del imperio se rebelaron y establecieron su propio estado, conocido como Israel. En el sur, aquellos que permanecieron fieles a la casa de David y Salomón formaron otro estado llamado Judá.

En la segunda mitad de 1ª de Reyes, que describe el reino dividido, el relato se torna difícil. El autor va hacia adelante y hacia atrás, refiriéndose indistintamente al reino de Israel en el norte, y al reino de Judá al sur.

Hubo diecinueve reyes en Israel, todos malvados; en Judá hubo veinte, de ellos sólo ocho buenos. El primer libro de Reyes comienza refiriéndose a los primeros nueve gobernantes de Israel y los primeros cuatro reyes de Judá. Algunos de ellos sólo son mencionados, mientras a otros se les dedica varios capítulos. La atención se centra en quienes pueden servir de modelo de rectitud, o en aquellos que ilustran el por qué esos estados colapsaron. Cuando termina 1ª de Reyes, Josafat es rey de Judá y Ocozías ocupa el trono de Israel.

 

Enseñanza para nuestra vida

 

El mensaje es tan relevante hoy como lo fue cuando se escribió. Dios tiene los acontecimientos de la tierra en sus manos. La nación, el líder o la persona que responda y obedezca al Señor, disfrutará de los beneficios de una relación con Él. Aquellos que rehúsen y se rebelen, serán disciplinados por Dios. Aunque todos somos pecadores, Dios es el autor de la redención, y con amor perdona a aquellos que se arrepienten y se vuelven a Él.

 

Cristo se revela

 

1ª y 2ª de Reyes presenta a Cristo como, rey de Reyes

 

Divisiones principales de los dos libros de Reyes

 

1-      El reinado de Salomón 1R. 1-11.

2-      La división del reino 1R. 12.

3-      Los reyes de Judá e Israel 1R. 13-2R. 16.

4-      Caída y cautiverio del reino del norte 2R. 17.

5-      Caída y cautiverio del reino del sur 2R. 18-25.

 

El reinado de Salomón

 

Ahora vamos a ver la primera parte del primer libro de Reyes que abarca los capítulos del 1-11, Que son paralelos con 2ª de Crónicas 1-9. En esta sección encontramos la coronación de Salomón. El escritor de este libro se preocupó más por presentar la vida de Salomón en su aspecto político, su sabiduría, prestigio y cómo extendió el territorio israelí.

En el tiempo de Josué los israelitas no ocuparon todo el territorio de la tierra prometida. Salomón amplió las fronteras, apremiado por sus logros y el esplendor de su reino impuso tributos mayores y se dejó llevar por la grandeza. Esto demuestra el peligro de las tentaciones políticas (mujeres extranjeras, idolatría, etc.) pero como creyente llevó a cabo los propósitos de su padre David.

En segunda de Crónicas encontramos el lado religioso de su vida y se presenta al constructor.

La vida de Salomón tiene un doble aspecto, también David y eso lo percibimos en cada uno de nosotros. La gran lucha de Salomón entre el religioso y el político, es la lucha interior de todos nosotros. Cabe añadir que una de las causas que hiso famoso a Salomón fue el templo que construyó.

La política exterior de Salomón fue de diplomacia, mientras que Saúl y David fueron hombres de guerra, él fue hombre de paz. Con las naciones vecinas hizo alianzas por medio de las cuales favoreció la industria y el comercio, he hiso que sus barcos trajeran a su corte todas las riquezas del mundo.            

 

La difusión de la fama de Salomón.

 

 

La influencia de Salomón en los asuntos económicos y políticos se propagó por las vías de comunicación y rutas comerciales que pasaban por su reino.

 

La división del reino

 

1-      Israel:

a.       Al norte.

b.      Capital, Samaria.

c.       10 tribus lideradas por Jeroboam.

d.      En total después de Jeroboam reinaron 19 reyes de 9 familias o dinastías diferentes.

e.      Duración del reino, 210 años.

 

2-      Judá:

a.       Al sur.

b.      Capital, Jerusalén.

c.       Dos tribus lideradas por Roboam.

d.      Después de Roboam reinaron diecinueve reyes y una reina y todos eran de la familia o dinastía de David.

e.      Duración del reino, 325 años.

 

En este tiempo dos poderosos enemigos acechaban al pueblo de Dios, devastado por el pecado y la separación. Asiria acechaba a Israel y Babilonia a Judá.

 

Los reyes de Judá e Israel

 

En este largo periodo, Dios comenzó a levantar hombres ungidos por el Espíritu Santo, cuya misión era llamar al pueblo y sus gobernantes al arrepentimiento y advertirles del castigo que se avecinaba.

Estos voceros de Dios eran los profetas, que adquieren cada vez más importancia en la historia de Israel. Aquí la enseñanza es que Dios agota todos los recursos posibles antes de enviar un castigo.

En el tiempo del periodo de división el reino del sur intentó conquistar al del norte y viceversa. Durante ocho años hubo guerra entre ellos, luego tuvieron ochenta años de paz tras el matrimonio entre el hijo de Josafat (sur) y la hija de de Acab (norte). Finalmente hubo un periodo de cincuenta años en que se hicieron guerras intermitentes hasta que sobrevino el cautiverio. Primero para Israel,  más tarde para Judá.

 

Cautiverio

 

1-      El derrumbe de Israel llegó por causa mayormente de la idolatría y fue llevado a Asiria que abarca lo que hoy es Siria, Turquía e Irak.

 

El rey asirio Tiglat-Pileser III llevó cautivas las tribus de Judá que estaban al este del rio Jordán. El resto de Israel pagó fuertes tributos a Asiria por varios años. Luego el rey asirio Salmanasar IV sitió Samaria y al final de trece años la ciudad sucumbió. Los israelitas que quedaron fueron exiliados a distintos lugares del imperio asirio. Asiria repobló Samaria y sus alrededores con gentes traídas de otros lugares de su imperio. Los pocos israelitas que escaparon a la cautividad se mezclaron con estos extraños y de ellos surgió la raza conocida con el nombre de samaritanos.

 

2-      El derrumbe de Judá sobrevino unos 136 años después de la caída de Israel. La causa de esta mayor permanencia era que Judá se había mantenido fiel a la verdadera familia real (la casa de David)  y al verdadero culto a Dios en el templo. Además, la rectitud de corazón de algunos reyes prolongó la misericordia de Dios sobre ellos. Pero después del reinado bueno de Josías, el trono de David se deterioró rápidamente y sus últimos gobernantes fueron débiles y malvados como los de Israel.

 

El cautiverio de Judá se llevó a cabo de tres deportaciones principales:

 

a.       En el reinado de Joacím. Muchos jóvenes de la familia real fueron llevados, entre ellos Daniel.

b.      En el reinado de Joaquín. Esta ves el número fue alto además del saqueo de los tesoros del palacio y del templo. Entre estos iba el profeta Ezequiel.

c.       La etapa final del derrumbe de Judá. La destrucción de Jerusalén, el incendio del templo y la cautividad del resto del pueblo.

 

El último capitulo de 2ª de Reyes, como una nota fúnebre nos relata la caída de Jerusalén.

 

Aconteció a los nueve años de su reinado, en el mes décimo, a los diez días del mes, que Nabucodonosor rey de Babilonia vino con todo su ejército contra Jerusalén, y la sitió,a y levantó torres contra ella alrededor.  2ª de Reyes 25:1

 

 

 

Resumen de los dos libros de Reyes

Israel (Asiria)

Judá (Babilonia)

Duración

210 años

325 años

Casa reinante

9 dinastías (muchos golpes de estado y asesinatos)

Una solo dinastía: la casa de David

Cantidad de reyes

19

20

Carácter de los reyes

Todos malos

12 malos y 8 buenos

Los mejores

Ninguno

Asa,  Josafat, Ezequías y Josías

Los peores

Jeroboam I, Omri y Acab

Acaz y Manases

Avivamientos espirituales

Ninguno

Hubo tres avivamientos notables, bajo Josafat, Ezequías y Josías

 

2ª de Crónicas

 

Finalmente llegamos a la cumbre de estos libros que son 1ª y 2ª de Samuel, 1ª y 2ª de Reyes y 1ª y 2ª de Crónicas. Cada uno de ellos describe parte de la historia de todos los reyes del reino unido y del reino dividido. Cada uno de ellos es prácticamente una continuación de otro y algunos son exactamente los mismos pero narrados desde diferentes puntos de vista por ejemplo, unos hablan del lado político y otros del lado religioso. Pero la armonía de cada uno de ellos es apasionante y asombrosa, ver como Dios se va moviendo a través de la historia de cada personaje. El libro cubre el período que va desde el comienzo del reino de Salomón en el 971 a.C. hasta el fin del exilio, alrededor del año 538 a.C.

 

Este libro de Crónicas puede dividirse en dos secciones principales.

 

1-      1-9: ofrece una visión del reino de Salomón (paralelo con Reyes y con Esdras 1:1-4). El relato hace énfasis en la construcción del templo. Sin embargo, la narración termina abruptamente y no menciona el fracaso de Salomón en el ocaso de su vida, según relata 1ª de Reyes 11.

2-      10–36. Tras la división del reino, 2ª de Crónicas se ocupa casi exclusivamente del reino meridional de Judá, y trata la historia del reino septentrional de Israel de forma incidental.

Se bosqueja los acontecimientos durante el reinado de los veinte monarcas de Judá hasta la cautividad babilónica en el 586 a.C. El libro concluye con el decreto de Ciro autorizando la liberación y el regreso del remanente a su tierra (36:22, 23).

 

La disciplina de Dios

 

En el tiempo que estuvieron en Babilonia no fueron tan mal tratados, parecían colonos más que esclavos. Tenían sus ancianos y jueces que los dirigían y decidían sus problemas judicialmente. Los libros de Jeremías y Daniel nos muestran a judíos que ocupaban altas posiciones en la corte, y el libro de Ester celebra el número de ellos y su poder en el imperio persa. Había sacerdotes entre ellos y conservaron sus registros genealógicos y muchos de sus ritos y costumbres. Los profetas trabajaron para mantener vivo el fuego de la religión verdadera.

En esta cautividad el pueblo de Dios experimentó cambios enormes. La destrucción de su nación y las malas experiencias de ese exilio purificaron y definieron su fe.

Su vieja idolatría ya no ejerció tanta influencia sobre ellos, más bien les abrió los ojos al tremendo pecado que habían cometido y el rechazo a ese mal fue definitivo. Así se afirmó la fe y la convicción del pueblo de Dios como nunca lo habían hecho.

Habiendo sido la idolatría su mayor pecado, después de la cautividad nunca más volvieron a caer en ella.

La constante voz de los profetas les hacia notar todo el tiempo que Dios a pesar de todo los seguía amando y que seguían siendo un pueblo escogido y herederos de un pacto eterno. Desde ese entonces y hasta nuestros días siguen esperando el cumplimiento de las profecías referidas a su redención definitiva.

 

El regreso

 

¿Regresaron todos? No, el reino del norte (Israel) nunca regresó como nación. Por eso es que a las diez tribus se las llama “las tribus perdidas”.

Cuando Ciro proclamó el regreso del pueblo de Dios diciendo: “en cualquier lugar donde more…” (2Cr. 11:13, 14, 16).

Probablemente no hay nadie en la actualidad que sea descendiente de Jacob que pueda probar de que tribu es. Habiendo sido separados  tanto Judá como Israel de su “tierra prometida” (Canaán) y hallándose dispersos entre los extranjeros, las varias tribus han tenido que mezclarse entre sí, no existiendo la envidia que dividía a Judá y Efraín y reviviendo la memoria de Abraham, Moisés y David (Esd. 6:16,17; 8:35; Ez. 37: 26-28). Se les llama “los dispersos entre los griegos”. Juan 7:35 y dos de las epístolas inspiradas les fueron escritas a ellos (Stg. 1:1; 1P. 1:1).

Es indudable que israelitas de todo el mundo se acoplaron al regreso de Judá. De la descendencia de éstos se formó “Israel” o “Pueblo judío”, del periodo posterior al destierro.


 

a 2R. 25:1: Jer. 21:1–10; 34:1–5; Ez. 24:2.

 

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